Salmos, 146
1. ¡Aleluya! ¡Alaba al Señor, alma mía!
1. ¡Aleluya! ¡Alaba al Señor, alma mía!
El Salmo 146 es un himno de alabanza a Dios, que exalta su fidelidad, poder y justicia. El salmista invita a todos a alabar y confiar en Dios, que es digno de toda adoración. A continuación hay cinco versos bíblicos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 146:
Isaías 25:1: "Oh Señor, eres mi Dios; te exaltaré a ti, y alabaré tu nombre, porque has hecho maravillas; tus antiguos consejos son verdaderos y firme". Este versículo se asemeja al tema central del Salmo 146, que es la alabanza de Dios por sus maravillosas obras y fidelidad.
Salmo 147:5: "Grande es nuestro Señor, y de gran poder; su comprensión es infinita". Este versículo destaca el poder y la grandeza de Dios, que se exaltan en el Salmo 146.
Salmo 148:13: "Alabado el nombre del Señor, porque solo su nombre es excelente; su gloria es sobre la tierra y el cielo". Este versículo enfatiza la gloria y la grandeza de Dios, que se exalta en todo el Salmo 146.
Salmo 145:17-18: "Simplemente es el Señor en todos sus caminos, y santo en todas sus obras. Cerca está el Señor de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en verdad". Estos versos muestran la justicia y la santidad de Dios, que son temas presentes en el Salmo 146.
Salmo 33:20-22: "Nuestra alma espera en el Señor; él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Porque en él se reúne nuestros corazones; porque hemos confiado en su santo nombre. Sé tu misericordia, Señor, sobre nosotros, como en ti esperamos ". Estos versículos enfatizan la confianza en Dios como fuente de ayuda y protección, algo que también se aborda en el Salmo 146.
“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina
