3. y poseía una hacienda de siete mil ovejas, y tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes y quinientas asnas, además de una servidumbre muy numerosa. Este hombre era el más rico entre todos los Orientales.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina