Znaleziono 808 Wyniki dla: vida sabia

  • deja volar a la madre y quédate sólo con los pollos. Así te irá bien y tendrás una vida larga. (Deuteronomio 22, 7)

  • condenándolo a pagar cien monedas de plata como reparación al padre de la joven, puesto que este hombre ha difamado a una virgen de Israel. Ella continuará siendo su mujer, y no podrá divorciarse de ella en toda su vida. (Deuteronomio 22, 19)

  • el hombre debe pagar al padre de la joven cincuenta monedas de plata, se casará con ella por haberla deshonrado y no podrá divorciarse de ella en toda su vida. (Deuteronomio 22, 29)

  • No buscarás su prosperidad ni su bienestar jamás, en todos los días de tu vida. (Deuteronomio 23, 7)

  • Nadie tomará en prenda las dos piezas de su molino, ni siquiera la piedra superior, pues sería tomar en prenda la vida. (Deuteronomio 24, 6)

  • Tu vida estará siempre en peligro, estarás amedrentado día y noche y no tendrás seguridad. (Deuteronomio 28, 66)

  • Mira, yo pongo hoy delante de ti la vida y la felicidad, la muerte y la desgracia. (Deuteronomio 30, 15)

  • Yo pongo hoy por testigos al cielo y la tierra; pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Elige la vida, para que vivas tú y tu descendencia, (Deuteronomio 30, 19)

  • amando al Señor, tu Dios, obedeciéndole y estando unido a él. Ahí está tu vida y tu supervivencia en la tierra que el Señor juró dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob. (Deuteronomio 30, 20)

  • Ved ahora que soy yo, que soy el único, y que no hay Dios alguno más que yo. Soy yo el dueño de la muerte y de la vida. Yo hiero y yo curo. No hay nadie que se libre de mi mano. (Deuteronomio 32, 39)

  • No es cosa sin importancia para vosotros, puesto que la ley es vuestra vida, y por ella prolongaréis vuestros días sobre la tierra que vais a poseer una vez cruzado el Jordán". (Deuteronomio 32, 47)

  • ¡De hierro y bronce sean tus cerrojos, y la seguridad te acompañe toda la vida! (Deuteronomio 33, 25)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina