Salmos, 115
17. No son los muertos los que alaban al Señor, ni todos los que bajan al Silencio,
17. No son los muertos los que alaban al Señor, ni todos los que bajan al Silencio,
“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina