Jeremías, 48
3. Escuchen los gritos que se sienten desde Abarim: «¡Calamidad! ¡Desastre total! ¡Moab ha sido arrasada!»
3. Escuchen los gritos que se sienten desde Abarim: «¡Calamidad! ¡Desastre total! ¡Moab ha sido arrasada!»
“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina