6. Mientras cenaban, el rey volvió a decirle a Ester: «¡Dime, te ruego, qué deseas para poder dártelo! Dímelo, no más, pues aunque sea la mitad de mi reino, te la daré.»





“O meu passado, Senhor, à Tua misericórdia. O meu Presente, ao Teu amor. O meu futuro, à Tua Providência.” São Padre Pio de Pietrelcina