26. Los servidores comunicaron a David estas palabras y a él le pareció que este asunto de ser yerno del rey no era tan difícil. Aún no se había cumplido el plazo,





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina