17. Después se acercó a Sara, mujer de Tobías, y la bendijo así: "Bienvenida seas, hija mía. Benditos sean tus padres, bendito Tobías, mi hijo, y bendita tú, hija mía. Entra en tu casa, bienvenida seas; a ti la bendición y la alegría; entra, hija mía".





“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina