Joel, 2
26. Comeréis hasta hartaros, y alabaréis el nombre del Señor, vuestro Dios, que ha obrado con vosotros maravillas. Nunca más mi pueblo será cubierto de vergüenza.
26. Comeréis hasta hartaros, y alabaréis el nombre del Señor, vuestro Dios, que ha obrado con vosotros maravillas. Nunca más mi pueblo será cubierto de vergüenza.
El Capítulo 2 de Joel describe un llamado a la penitencia a toda la nación de Israel y una promesa de restauración y bendiciones si se arrepienten sinceramente. También hay una descripción de un ejército devastador que Dios enviará como un juicio sobre el pueblo, pero hay esperanza de que quienes recurran a Dios serán salvos. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas de este capítulo:
Salmo 51:17: "Los sacrificios a Dios son el espíritu roto; para un corazón roto y contrito no despreciarás, oh Dios". Este versículo habla sobre lo que agrada a Dios en términos de sacrificios. Joel también llama a la gente a arrepentirse sinceramente de sus pecados y recurrir a Dios.
Isaías 58:6: "Este no es el ayuno que elegí, que pierde los vendajes de maldad, ¿quién deshace a los malabarismos y que dejan a los oprimidos y destrozan todo yugo?" El rápido mencionado en este versículo no es solo la abstinencia de alimentos, sino un compromiso de deshacerse de la injusticia y la opresión. Esto se relaciona con el llamado de Joel para que la gente se arrepienta de sus malas formas.
2 Crónicas 7:14: "Y si mi gente, que se llama por mi nombre, se humillan, y reza, persigue mi rostro y se convierte de sus malos caminos, entonces escucharé de los cielos y perdonaré a tus pecados , y sanaré tu tierra ". Este versículo habla de la promesa de Dios de perdonar y sanar a los que se arrepienten y buscan su rostro. Es una promesa similar a lo que Joel hace a la gente de Israel.
Jeremías 31:18: "He visto sus caminos, pero los curaré; y los guiaré, y les daré consuelo, a saber, a los que lloran". Este versículo habla sobre la compasión de Dios por aquellos que se arrepienten y recurren a él. Joel también habla de Dios restaurando la nación de Israel si se vuelven hacia él con corazones sinceros.
Apocalipsis 9:3-4: "Y del humo apareció en la tierra; y se les dio poder, como el poder que tiene la escorpión de la tierra. Cualquier vegetales, ni del árbol, pero solo para los hombres que no tienen Dios Selle en su frente ". Este versículo describe una plaga de langostas que destruye solo a aquellos que no tienen el sello de Dios. Esto es similar a la descripción del ejército de Joel que destruirá la tierra, pero evitará a los que recurren a Dios.
“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina
