5. Pero las tropas de los caldeos salieron en su persecución y alcanzaron a Sedecías en las estepas de Jericó. Lo prendieron y lo llevaron a Ribla, en el país de Jamot, ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, el cual le anunció sus decisiones.





“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina