4. Jonatán, hijo de Saúl, tenía un hijo cojo. Tenía cinco años cuando llegó de Yezrael la noticia sobre Saúl y Jonatán. Su nodriza le tomó para huir con él, pero en la precipitación de la fuga cayó y quedó cojo. Se llamaba Meribaal.





“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina