II Macabeos, 6
26. Pues, aunque pudiera escapar de las manos de los hombres, ni vivo ni muerto podría escapar de las manos de Dios omnipotente.
26. Pues, aunque pudiera escapar de las manos de los hombres, ni vivo ni muerto podría escapar de las manos de Dios omnipotente.
“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina