II Macabeos, 6
26. Pues, aunque pudiera escapar de las manos de los hombres, ni vivo ni muerto podría escapar de las manos de Dios omnipotente.
26. Pues, aunque pudiera escapar de las manos de los hombres, ni vivo ni muerto podría escapar de las manos de Dios omnipotente.
“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina