Proverbios, 3

La Biblia de Jerusalén

1 Hijo mío, no olvides mi lección, en tu corazón guarda mis mandatos,

2 pues largos días y años de vida y bienestar te añadirán.

3 La piedad y la lealtad no te abandonen; átalas a tu cuello, escríbelas en la tablilla de tu corazón.

4 Así hallarás favor y buena acogida a los ojos de Dios y de los hombres.

5 Confía en Yahveh de todo corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia;

6 reconócele en todos tus caminos y él enderezará tus sendas.

7 No seas sabio a tus propios ojos, teme a Yahveh y apártate del mal:

8 medicina será para tu carne y regrigerio para tus huesos.

9 Honra a Yahveh con tus riquezas, con las primicias de todas tus ganancias:

10 tus trojes se llenarán de grano y rebosará de mosto tu lagar.

11 No desdeñes, hijo mío, la instrucción de Yahveh, no te dé fastidio su reprensión,

12 porque Yahveh reprende a aquel que ama, como un padre al hijo querido.

13 Dichoso el hombre que ha encontrado la sabiduría y el hombre que alcanza la prudencia;

14 más vale su ganancia que la ganancia de plata, su renta es mayor que la del oro.

15 Más preciosa es que las perlas, nada de lo que amas se le iguala.

16 Largos días a su derecha, y a su izquierda riqueza y gloria.

17 Sus caminos son caminos de dulzura y todas sus sendas de bienestar.

18 Es árbol de vida para los que a ella están asidos, felices son los que la abrazan.

19 Con la Sabiduria fundó Yahveh la tierra, consolidó los cielos con inteligencia;

20 con su ciencia se abrieron los océanos y las nubes destilan el rocío.

21 Hijo mío, guarda la prudencia y la reflexión, no se aparten nunca de tus ojos:

22 serán vida para tu alma y adorno para tu cuello.

23 Así irás tranquilo por tu camino y no tropezará tu pie.

24 No tendrás miedo al acostarte, una vez acostado, será dulce tu sueño.

25 No temerás el espanto repentino, ni cuando llegue la tormenta de los malos,

26 porque Yahveh será tu tranquilidad y guardará tu pie de caer en el cepo.

27 No niegues un favor a quien es debido, si en tu mano está el hacérselo.

28 No digas a tu prójimo: «Vete y vuelve, mañana te daré», si tienes algo en tu poder.

29 No trames mal contra tu prójimo cuando se sienta confiado junto a ti.

30 No te querelles contra nadie sin motivo, si no te ha hecho ningún mal.

31 No envidies al hombre violento, ni elijas ninguno de sus caminos;

32 porque Yahveh abomina a los perversos, pero su intimidad la tiene con los rectos.

33 La maldición de Yahveh en la casa del malvado, en cambio bendice la mansión del justo.

34 Con los arrogantes es también arrogante, otorga su favor a los pobres.

35 La gloria es patrimonio de los sabios y los necios heredarán la ignominia.




Versículos relacionados com Proverbios, 3:

El Capítulo 3 del Libro de Proverbios contiene varias enseñanzas sobre sabiduría, justicia y prudencia, así como alentar la obediencia a Dios y la confianza en sus caminos. Los versos seleccionados a continuación abordan estos temas y se relacionan con el capítulo en cuestión:

Proverbios 2:6 - "Porque el Señor da sabiduría, su boca viene conocimiento y comprensión". Como en Proverbios 3, este versículo destaca la importancia de la sabiduría que proviene de Dios.

Proverbios 4:7 - "La sabiduría es lo principal; por lo tanto, la sabiduría adquiere; y con todos sus bienes adquiere comprensión". Aquí nuevamente la sabiduría se destaca como algo fundamental para la vida.

Proverbios 8:13 - "El miedo al Señor es odiar el mal; orgullo y arrogancia, la mala forma y la boca malvada, odio". El miedo al Señor es un tema recurrente en Proverbios 3, y aquí vemos cómo está vinculado al comportamiento justo.

Proverbios 16:3 - "Confía en el Señor tus obras, y tus pensamientos se establecerán". Este versículo habla sobre confiar en Dios y sus formas, algo que se fomenta en Proverbios 3.

Proverbios 27:12 - "El prudente ve el mal y se esconde; pero el simple pasa y sufre la penalización". Ser prudente y evitar comportamientos peligrosos es un tema abordado en Proverbios 3, como una forma de vida.


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