Abdías, 1

La Biblia de Jerusalén

1 Visión de Abdías. Así dice el Señor Yahveh a Edom: Una nueva he oído de parte de Yahveh, un mensajero ha sido enviado entre las naciones: «¡En pie, levantémonos contra él en guerra!»

2 Mira, yo te he hecho pequeño entre las naciones, bien despreciable eres.

3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que habitas en las hendiduras de la roca, que pones en la altura tu morada, y dices en tu corazón: «¿Quién me hará bajar a tierra?»

4 Aunque te encumbres como él águila, y pongas tu nido en las estrellas, de allí te haré bajar yo - oráculo de Yahveh.

5 Si vinieran ladrones donde ti o salteadores por la noche, ¿no te robarían lo que les bastase? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos? ¡Cómo has sido arrasado!

6 ¡Cómo ha sido registrado Esaú, escudriñados sus escondrijos!

7 Te han rechazado hasta la frontera todos los que eran tus aliados, te han engañado, te han podido los que contigo en paz estaban. Los que comían tu pan te ponen debajo un lazo: «¡Ya no hay en él inteligencia!»

8 ¿Es que el día aquel - oráculo de Yahveh - no suprimiré yo de Edom los sabios, y la inteligencia de la montaña de Esaú?

9 Y tendrán miedo tus bravos, Temán, para que sea extirpado todo hombre de la montaña de Esaú. Por la matanza,

10 por la violencia contra Jacob tu hermano, te cubrirá la vergüenza, y serás extirpado para siempre.

11 El día que te quedaste a un lado, cuando extranjeros llevaban su ejército cautivo, cuando entraban extraños por sus puertas, y sobre Jerusalén echaban suertes, tú eras como uno de ellos.

12 ¡No mires con placer el día de tu hermano, el día de su desgracia, no te alegres de los hijos de Judá, en el día de su ruina, no dilates tu boca en el día de su angustia!

13 ¡No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su infortunio, no mires con placer también tú su desgracia en el día de su infortunio, no lleves tu mano a su riqueza, en el día de su infortunio!

14 ¡No te apostes en las encrucijadas, para exterminar a sus fugitivos, no entregues a sus supervivientes en el día de la angustia!

15 Porque está cerca el Día de Yahveh para todas las naciones. Como tú has hecho, se te hará: sobre tu cabeza recaerá tu merecido.

16 ¡Sí, como vosotros bebisteis sobre mi santo monte, beberán sin cesar todas las naciones, beberán y se relamerán, y serán luego como si no hubiesen sido!

17 Pero en el monte Sión habrá supervivencia - será lugar santo - y la casa de Jacob recobrará sus posesiones.

18 Y será fuego la casa de Jacob, la casa de José una llama, estopa la casa de Esaú. Los quemarán y los devorarán, no habrá un evadido de la casa de Esaú: ¡ha hablado Yahveh!

19 Los del Négueb poseerán la montaña de Esaú, los de la Tierra Baja el país de los filisteos, poseerán la campiña de Efraím y la campiña de Samaria, y los de Benjamín poseerán Galaad.

20 Los deportados, este ejército de los hijos de Israel, poseerán Canaán hasta Sarepta, y los deportados de Jerusalén, que están en Sefarad, poseerán las ciudades del Négueb.

21 Y subirán victoriosos al monte Sión, para juzgar a la montaña de Esaú. ¡Y la realeza será de Yahveh!




Versículos relacionados com Abdías, 1:

El Libro de Abdias está compuesto por un solo capítulo y es un mensaje de juicio contra Edom debido a su hostilidad y violencia contra la gente de Israel. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas abordados en Abdias 1:

Éxodo 17:16: "Porque él dijo, porque el Señor, el Señor ha jurado que habrá la Guerra del Señor contra Amaleque de generación en generación". La guerra entre los descendientes de Jacob y Esaú (de la cual Edom llegó a los tiempos bíblicos. El verso de éxodo muestra que esta guerra fue iniciada por el propio Señor y que se libraría de generación en generación.

Jeremías 49:14: "Se escucha un mensaje del Señor contra Edom, y se escuchan noticias en Seir". Jeremías profetiza contra Edom, anunciando que sería destruido como una de las naciones vecinas de Israel que se había opuesto a Dios y a su pueblo.

Ezequiel 35:5: "Para la enemistad eterna que tienes, y has dado a los hijos de Israel al alambre de la espada en el momento de la calamidad, en el momento de la iniquidad final". Ezequiel también profetiza contra Edom, diciendo que era una enemiga despiadada de Israel y sería castigada por ello.

Salmo 137:7: "Recuerda, Señor, de los hijos de Edom el día de Jerusalén, quien dijo: Lo descubrí, lo descubrí en sus cimientos". Este salmo recuerda el sufrimiento del pueblo judío en el exilio babilónico y afirma que los edomitas se regocijaron con la caída de Jerusalén y alentaron su destrucción.

Obadías 1:21: "Y él será salvadores para montar a Zion para juzgar la colina de Esaú, y el reino será del Señor". El último verso del libro de Obadiah profetiza la victoria final de Israel sobre Edom y la ascensión del Señor como rey en toda la tierra.


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