46. se subió a una roca, y allí, casi sin sangre, se agarró los intestinos con ambas manos y los tiró sobre los soldados, pidiendo al Señor de la vida y del espíritu que un día se los devolviera; y así murió.





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina