1. El año primero de Ciro, rey de Persia, en cumplimiento de su palabra anunciada por medio de Jeremías, el Señor impulsó a Ciro, rey de Persia, a que proclamara de viva voz y por escrito, en todo su reino, este edicto:





“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina