Fondare 136 Risultati per: sombra de tus alas

  • Os traeremos agua, os lavaréis los pies y reposaréis a la sombra de este árbol. (Génesis 18, 4)

  • Escuchad: Yo tengo dos hijas vírgenes; os las voy a sacar fuera, y haced con ellas lo que queráis; pero no hagáis nada a estos hombres, puesto que han entrado a la sombra de mi tejado". (Génesis 19, 8)

  • Habéis visto cómo he tratado a los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído hasta mí. (Exodo 19, 4)

  • Los querubines tendrán sus alas extendidas hacia arriba cubriendo con ellas el propiciatorio, estando sus rostros uno frente al otro y mirando hacia el propiciatorio. (Exodo 25, 20)

  • con las alas extendidas hacia arriba, cubriendo con ellas el propiciatorio, y sus rostros uno frente al otro, mirando al propiciatorio. (Exodo 37, 9)

  • Como el águila, que incita a su nidada revoloteando sobre sus polluelos, así desplegó él sus alas y los tomó, los llevó sobre sus plumas. (Deuteronomio 32, 11)

  • La zarza espinosa les respondió: Si de verdad queréis ungirme por vuestro rey, venid y refugiaos a mi sombra; y si no, saldrá fuego de la zarza y devorará a los cedros del Líbano. (Jueces 9, 15)

  • Que el Señor pague tu acción y que tu recompensa sea grande ante el Señor, Dios de Israel, bajo cuyas alas has venido a refugiarte". (Rut 2, 12)

  • Montó sobre un querubín, emprendió el vuelo; sobre las alas del viento planeaba. (II Samuel 22, 11)

  • Cada una de las dos alas de los querubines medía dos metros y medio, o sea, cinco metros de un extremo a otro. (I Reyes 6, 24)

  • Colocó los querubines en el centro del lugar santísimo y allí estaban con las alas desplegadas, de modo que un ala de uno tocaba en la pared y un ala del otro tocaba la pared opuesta; las otras dos alas se tocaban una a otra en medio del edificio. (I Reyes 6, 27)

  • Los sacerdotes pusieron el arca de la alianza del Señor en el lugar santísimo del templo, bajo las alas de los querubines, (I Reyes 8, 6)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina