Fondare 380 Risultati per: monte Sión

  • Y Ajab mandó llamar a todos los israelitas y reunió a los profetas en el monte Carmelo. (I Reyes 18, 20)

  • Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel manjar caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb. (I Reyes 19, 8)

  • Entonces le envió un capitán con sus cincuenta soldados. Llegó éste donde Elías, que estaba sentado en la cima del monte, y le dijo: "Hombre de Dios, el rey ordena que vayas". (II Reyes 1, 9)

  • Luego le dijeron: "Mira, entre tus siervos hay cincuenta hombres robustos. Que vayan y busquen a tu amo, no sea que le haya arrebatado el espíritu del Señor y le haya arrojado en algún monte o en algún valle". Pero él dijo: "No los mandéis". (II Reyes 2, 16)

  • De allí fue al monte Carmelo, y del Carmelo regresó a Samaría. (II Reyes 2, 25)

  • Partió, y llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la divisó desde lejos, dijo a Guejazí, su criado: "Aquélla es la sunamita. (II Reyes 4, 25)

  • Llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte, y se abrazó a sus pies. Guejazí fue a separarla, pero el hombre de Dios dijo: "Déjala, porque está muy apenada; pero el Señor me lo ha tenido oculto y nada me ha manifestado". (II Reyes 4, 27)

  • Y Eliseo oró así: "Señor, ábrele los ojos para que vea". Y el Señor abrió los ojos del muchacho, el cual vio el monte repleto de caballos y carros de fuego, que rodeaban a Eliseo. (II Reyes 6, 17)

  • Ésta es la palabra que el Señor ha pronunciado contra él: Te desprecia, se burla de ti la virgen hija de Sión, detrás de ti menea la cabeza la hija de Jerusalén. (II Reyes 19, 21)

  • porque de Jerusalén saldrá un resto y un grupo superviviente del monte de Sión. El celo del Señor todopoderoso hará esto. (II Reyes 19, 31)

  • Profanó las colinas que había al oriente de Jerusalén y al sur del monte Olivete, y que Salomón, rey de Israel, había edificado a Astarté, ídolo repugnante de Moab, y a Camós, ídolo repugnante de los amonitas. (II Reyes 23, 13)

  • De regreso, al ver los sepulcros que había en el monte, envió a recoger los huesos de los sepulcros y los quemó en el altar; de este modo profanó, conforme a la palabra del Señor, pronunciada por el hombre de Dios cuando Jeroboán, durante la solemnidad, estaba de pie ante el altar. (II Reyes 23, 16)


“Como é belo esperar!” São Padre Pio de Pietrelcina