Fondare 380 Risultati per: monte Sión

  • Al día siguiente, los filisteos fueron a despojar a los caídos y encontraron a Saúl y a sus tres hijos en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 8)

  • El joven respondió: "Yo me encontraba por casualidad en el monte Gelboé, y vi a Saúl apoyándose sobre su lanza y asediado por carros y caballeros. (II Samuel 1, 6)

  • Pero David se apoderó de la fortaleza de Sión, llamada luego la ciudad de David. (II Samuel 5, 7)

  • El rey preguntó a Sibá: "¿Qué quieres hacer con esto?". Sibá respondió: "Los asnos son para la familia del rey, para que monte en ellos; el pan y el fruto del tiempo, para que coman los muchachos, y el vino, para dar de beber al que esté fatigado en el desierto". (II Samuel 16, 2)

  • David y sus hombres continuaron su camino, mientras Semeí iba por la falda del monte, frente a ellos; le insultaba, tiraba piedras y levantaba polvo. (II Samuel 16, 13)

  • El ejército salió al campo, al encuentro de Israel, y la batalla tuvo lugar en el monte de Efraín. (II Samuel 18, 6)

  • que nos entregue siete de sus hijos para que nosotros los colguemos ante el Señor, en Gabaón, en el monte del Señor". Y el rey dijo: "Os los entregaré". (II Samuel 21, 6)

  • se los entregó a los gabaonitas, que los colgaron en el monte ante el Señor. Los siete murieron en los primeros días de la cosecha, al principio de la recolección de la cebada. (II Samuel 21, 9)

  • Salomón convocó en Jerusalén a los ancianos de Israel, a los jefes de las tribus y de las familias israelitas, para llevar el arca de la alianza del Señor, desde Sión, la ciudad de David. (I Reyes 8, 1)

  • En el monte que está enfrente de Jerusalén construyó un santuario a Camós, ídolo repugnante de Moab, y a Milcón, ídolo repugnante de los amonitas. (I Reyes 11, 7)

  • Compró el monte de Samaría a Sémer por unos sesenta kilos de plata, y lo fortificó; construyó en él una ciudad, a la que llamó Samaría en razón del nombre de Sémer, amo del monte. (I Reyes 16, 24)

  • Ahora bien, manda reunir junto a mí en el monte Carmelo a todo Israel y a los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal que comen a la mesa de Jezabel". (I Reyes 18, 19)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina