Fondare 391 Risultati per: campo de batalla

  • No aborrezcas la labor por fatigosa, ni el trabajo del campo por el altísimo instituido. (Eclesiástico 7, 15)

  • Apenas ha descansado un poco o nada, lo mismo en sueño que en vigilia, se siente turbado con las visiones de su mente, como un fugitivo del frente de batalla. (Eclesiástico 40, 6)

  • El Señor dijo a Isaías: "Sal al encuentro de Acaz, con tu hijo Sear-Yasub, al extremo del canal de la alberca de arriba, junto al camino del campo del Batanero, (Isaías 7, 3)

  • Él te dará la lluvia para la simiente que siembres en tu tierra; el pan, producto de tu campo, será pingüe y enjundioso; y tu ganado pastará aquel día en amplios pastizales. (Isaías 30, 23)

  • Desde Laquis, el rey de Asiria envió hacia el rey Ezequías, en Jerusalén, al general, con gran fuerza militar. Se apostó éste cerca del canal de la alberca superior, junto al camino del Campo del Batanero. (Isaías 36, 2)

  • Sus habitantes, impotentes, espantados y confusos, eran como la hierba del campo, como el verdor del césped, como los brotes de los tejados, agostados por el viento del este. (Isaías 37, 27)

  • Una voz manda: ¡Grita! Yo digo: ¿Qué he de gritar? Todo mortal es hierba, toda su gloria como flor del campo. (Isaías 40, 6)

  • Las bestias del campo me glorificarán, los chacales y las avestruces, porque yo daré agua en el desierto, y ríos en la tierra seca, para abrevar a mi pueblo, a mi elegido. (Isaías 43, 20)

  • Sí, partiréis con alegría y en paz seréis llevados; montes y colinas prorrumpirán ante vosotros en gritos de alegría, y todos los árboles del campo aplaudirán. (Isaías 55, 12)

  • Bestias todas del campo, venid a comer, bestias todas del bosque. (Isaías 56, 9)

  • Porque así habla el Señor a la gente de Judá y de Jerusalén: "Labrad un campo nuevo, no sembréis entre espinas. (Jeremías 4, 3)

  • Como guardas de campo cercan a Jerusalén por haberse rebelado contra mí, dice el Señor. (Jeremías 4, 17)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina