Fondare 284 Risultati per: Hija

  • En tierra están sentados y enmudecen los ancianos de la hija de Sión; han esparcido ceniza en su cabeza, se han vestido de sayal; doblegan su cabeza hasta la tierra las doncellas de Jerusalén. (Lamentaciones 2, 10)

  • Mis ojos están en lágrimas sumidos, mis entrañas se estremecen; mi hiel por tierra derramada, por la caída de la hija de mi pueblo, cuando desfallecían niños y lactantes en las plazas de la ciudad. (Lamentaciones 2, 11)

  • ¿A quién te compararé? ¿A quién te haré semejante, oh hija de Jerusalén? ¿Quién te podrá salvar y confortar, oh virgen, hija de Sión? Grande como el mar es tu ruina, ¿quién te podrá curar? (Lamentaciones 2, 13)

  • Al verte se frotan las manos todos los transeúntes; silban y menean la cabeza ante la hija de Jerusalén, diciendo: "¿Es ésta la ciudad más hermosa, la delicia de toda la tierra?". (Lamentaciones 2, 15)

  • ¡Grita por ti al Señor, oh virgen, hija de Sión; deja correr como un torrente tu llanto de día y de noche; no te des tregua a ti misma, ni descanse la pupila de tus ojos! (Lamentaciones 2, 18)

  • Arroyos de lágrimas fluyen de mis ojos por la ruina de la hija de mi pueblo. (Lamentaciones 3, 48)

  • La perversidad de la hija de mi pueblo es más grande que el pecado de Sodoma, que fue arrasada en un instante sin que interviniera mano alguna contra ella. (Lamentaciones 4, 6)

  • Las mismas manos de tiernas mujeres cocieron a sus hijos: ellos les sirvieron de comida en la ruina de la hija de mi pueblo. (Lamentaciones 4, 10)

  • ¡Regocíjate, salta de gozo, hija de Edón, que moras en la tierra de Us! También a ti te llegará tu copa. ¡Te emborracharás y te desnudarás! (Lamentaciones 4, 21)

  • Tu castigo ha terminado, oh hija de Sión, no volverá él a desterrarte. ¡Pero castigará tu iniquidad, hija de Edón, pondrá al desnudo tus pecados! (Lamentaciones 4, 22)

  • que llegáramos a comer uno la carne de su propio hijo, otro la carne de su propia hija. (Baruc 2, 3)

  • Los que dicen refranes dirán de ti éste: Cual la madre, tal la hija. (Ezequiel 16, 44)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina