Fondare 86 Risultati per: Ánimo

  • Al maestro de coro. Según "No destruyas". Poema de David. Cuando Saúl mandó gente a vigilar su casa con ánimo de matarlo (Salmos 59, 1)

  • Los humildes, al verlo, se regocijarán, y los que buscan a Dios cobrarán ánimo. (Salmos 69, 33)

  • Marcharán con ánimo creciente, verán al Dios de los dioses en Sión. (Salmos 84, 8)

  • Jonatán entonces habló así a los suyos: "¡Ánimo! Luchemos por nuestras vidas, pues hoy no es como ayer o anteayer. (I Macabeos 9, 44)

  • y lo animó así: "Conocéis todo lo que yo, mis hermanos y la casa de mi padre hemos hecho por las leyes y el templo, así como las guerras y angustias que hemos soportado. (I Macabeos 13, 3)

  • Que os dé a todos el deseo de adorarle y hacer su voluntad con un corazón grande y un ánimo generoso. (II Macabeos 1, 3)

  • El rey y cuantos estaban con él se maravillaron del ánimo y valor del joven, que así despreciaba los tormentos. (II Macabeos 7, 12)

  • Pero, sobre todo, fue admirable la madre, y digna de gloriosa memoria. Ella, viendo muertos a sus siete hijos en el espacio de un día, lo llevaba todo con ánimo grande por la esperanza que tenía en el Señor. (II Macabeos 7, 20)

  • Rebosando sentimientos generosos, exhortaba a cada uno en la lengua materna; y robusteciendo con ánimo varonil la fragilidad femenina, (II Macabeos 7, 21)

  • Cerca todavía de Jerusalén, mientras todos marchaban con ánimo igualmente decidido, se vio a la cabeza de ellos un jinete vestido de blanco, con armadura de oro, que hacía vibrar su lanza. (II Macabeos 11, 8)

  • Todos a una bendijeron a Dios misericordioso; y de tal forma cobraron ánimo y valor, que se sentían capaces de acometer no sólo a hombres, sino a fieras y aun a penetrar los muros de hierro. (II Macabeos 11, 9)

  • Y el que en cuerpo y alma estaba consagrado a la defensa de sus ciudadanos y había guardado para ellos un ánimo varonil, dio orden de que cortaran la cabeza de Nicanor y su brazo derecho hasta el húmero y los llevaran a Jerusalén. (II Macabeos 15, 30)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina