Fondare 190 Risultati per: número de la bestia

  • Al oír Abram que su hermano había sido hecho cautivo, movilizó la tropa de gente nacida en su casa, en número de 318, y persiguió a aquéllos hasta Dan. (Génesis 14, 14)

  • El número de los descendientes de Jacob era de setenta personas. José estaba ya en Egipto. (Exodo 1, 5)

  • Pero entre los israelitas ni siquiera un perro ladrará ni contra hombre ni contra bestia; para que sepáis cómo Yahveh hace distinción entre Egipto e Israel. (Exodo 11, 7)

  • Y si la familia fuese demasiado reducida para una res de ganado menor, traerá al vecino más cercano a su casa, según el número de personas y conforme a lo que cada cual pueda comer. (Exodo 12, 4)

  • He aquí lo que manda Yahveh: Que cada uno recoja cuanto necesite para comer, un gomor por cabeza, según el número de los miembros de vuestra familia; cada uno recogerá para la gente de su tienda.» (Exodo 16, 16)

  • Pero nadie pondrá la mano sobre el culpable, sino que será lapidado o asaeteado; sea hombre o bestia, no quedará con vida. Cuando resuene el cuerno, subirán ellos al monte.» (Exodo 19, 13)

  • Todo el que peque con bestia, morirá. (Exodo 22, 18)

  • No habrá en tu tierra mujer que aborte ni que sea estéril; y colmaré el número de tus días. (Exodo 23, 26)

  • Cuando cuentes el número de los israelitas para hacer su censo, cada uno pagará a Yahveh el rescate por su vida al ser empadronado, para que no haya plaga entre ellos con motivo del empadronamiento. (Exodo 30, 12)

  • Todo nativo o forastero que coma carne de bestia muerta o destrozada lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde; después será puro. (Levítico 17, 15)

  • No te unirás con bestia haciéndote impuro por ella. La mujer no se pondrá ante una bestia para unirse con ella; es una imfamia. (Levítico 18, 23)

  • El que se una con bestia, morirá sin remedio. Mataréis también la bestia. (Levítico 20, 15)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina