Fondare 190 Risultati per: número de la bestia
Cuando el Altísimo repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los hijos de Dios; (Deuteronomio 32, 8)
y les dijo: «Pasad delante del arca de Yahveh vuestro Dios, hasta el medio del Jordán, y cada uno de vosotros cargue sobre sus hombros una piedra, según el número de las tribus israelitas, (Josué 4, 5)
Así lo hicieron los israelitas, según las órdenes de Josué: sacaron doce piedras del medio del Jordán, según el número de las tribus israelitas, como había mandado Yahveh a Josué, las llevaron al lugar donde iban a pasar la noche y las depositaron allí. (Josué 4, 8)
Partieron, pues, con todas sus tropas: una muchedumbre innumerable como la arena de la orilla del mar y con gran número de caballos y carros. (Josué 11, 4)
El número de los que lamieron el agua con las manos a la boca resultó ser de trescientos. Todo el resto del pueblo se había arrodillado para beber. (Jueces 7, 6)
Preguntaron ellos: «¿Qué reparación hemos de ofrecer?» Y respondieron: «Conforme al número de los tiranos de los filisteos, cinco tumores de oro y cinco ratas de oro, porque el mismo castigo sufrís vosotros que vuestros tiranos. (I Samuel 6, 4)
El número de días que moró David en territorio de los filisteos fue de un año y cuatro meses. (I Samuel 27, 7)
El número de días que estuvo David en Hebrón como rey de la casa de Judá fue de siete años y seis meses. (II Samuel 2, 11)
David se hizo famoso cuando volvió de su victoria sobre los edomitas, en el valle de la Sal, en número de 18.000. (II Samuel 8, 13)
El rey Salomón y todo Israel con él sacrificaron ante el arca ovejas y bueyes en número incalculable e innumerable. (I Reyes 8, 5)
Llegó a Jerusalén con gran número de camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas; llegada que fue donde Salomón, le dijo todo cuanto tenía en su corazón. (I Reyes 10, 2)
Tomó Elías doce piedras según el número de las tribus de los hijos de Jacob, al que fue dirigida la palabra de Yahveh diciendo: «Israel será tu nombre.» (I Reyes 18, 31)
