Fondare 6018 Risultati per: sus

  • Su tórax parecía una coraza de hierro; y el zumbido de sus alas era como el ruido de carros de muchos caballos corriendo al combate. (Apocalipsis 9, 9)

  • Porque el poder de esos caballos reside en su boca y en sus colas: sus colas son como serpientes, que tienen cabezas con las cuales hacen daño. (Apocalipsis 9, 19)

  • Y el resto de los hombres que no habían sido dañados por las plagas, no se arrepintieron de sus obras ni dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que son incapaces de ver, de oír y de caminar. (Apocalipsis 9, 20)

  • No, ellos no se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus maleficios, ni de sus fornicaciones, ni de sus robos. (Apocalipsis 9, 21)

  • Luego vi descender del cielo a otro Ángel poderoso, envuelto en una nube, con un arco iris sobre su cabeza. Su rostro era como el sol, sus piernas parecían columnas de fuego, (Apocalipsis 10, 1)

  • y gritó con voz potente, semejante al rugido del león. Entonces, los siete truenos hicieron resonar sus voces. (Apocalipsis 10, 3)

  • Pero el día en que suene la trompeta del séptimo Ángel y se escuche su voz, se cumplirá el misterio de Dios, conforme al anuncio que él hizo a sus servidores, los profetas». (Apocalipsis 10, 7)

  • Si alguien quiere hacerles daño, saldrá un fuego de su boca que consumirá a sus enemigos: así perecerá el que se atreva a dañarlos. (Apocalipsis 11, 5)

  • Sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran Ciudad -llamada simbólicamente Sodoma y también Egipto- allí mismo donde el Señor fue crucificado. (Apocalipsis 11, 8)

  • Entonces escucharon una voz potente que les decía desde el cielo: «Suban aquí». Y ellos subieron al cielo en la nube, a la vista de sus enemigos. (Apocalipsis 11, 12)

  • Y los veinticuatro Ancianos que estaban sentados en sus tronos, delante de Dios, se postraron para adorarlo, diciendo: (Apocalipsis 11, 16)

  • Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. (Apocalipsis 12, 1)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina