Fondare 169 Risultati per: Llegaron

  • Después que se fue, llegaron los servidores y vieron que las puertas de la galería alta tenían puesto el cerrojo. Se dijeron: Seguro que está haciendo sus necesidades en la galería fresca. (Jueces 3, 24)

  • Los danitas enviaron a cinco hombres de los suyos, hombres valientes de Sorá y Estaol, para recorrer aquella tierra y explorarla. Les dijeron: «Vayan a explorar el país.» Llegaron a los cerros de Efraím cerca de la casa de Miqueas y pasaron allí la noche. (Jueces 18, 2)

  • Los cinco hombres partieron y llegaron a Lais. Vieron que los habitantes de ese lugar vivían seguros según las costumbres de los sidonios, tranquilos y confiados; que no había allí quien dañara, que estaban lejos de los sidonios y no tenían relaciones con nadie. (Jueces 18, 7)

  • De allí pasaron a los cerros de Efraím y llegaron a la casa de Miqueas. (Jueces 18, 13)

  • Pasaron, pues, de largo y continuaron su marcha. A la puesta del sol llegaron frente a Guibea de Benjamín. (Jueces 19, 14)

  • Entonces todos los hombres de Israel se levantaron de su campamento y tomaron posiciones en Baal-Tamar, mientras que los de ellos que se habían emboscado salieron desde sus puestos al oeste de Guibea. Así llegaron frente a Guibea (Jueces 20, 33)

  • Y continuando el camino llegaron las dos a Belén. Todo la gente se impresionó al verlas llegar. (Rut 1, 19)

  • Así fue como Noemí, acompañada de Rut, su nuera moabita, regresó de Moab. Y justo cuando llegaron a Belén estaba comenzando la cosecha de la cebada. (Rut 1, 22)

  • Cuando llegaron al territorio de Suf, dijo Saúl al muchacho que lo acompañaba: «Volvamos, no sea que mi padre esté más preocupado de nosotros que de las burras.» (1 Samuel 9, 5)

  • Llegaron los mensajeros a Guibea, donde vivía Saúl, y contaron estas cosas al pueblo, y todos se pusieron a gritar y a llorar. (1 Samuel 11, 4)

  • Los muchachos de David llegaron donde Nabal, le repitieron estas palabras de David y se quedaron esperando. (1 Samuel 25, 9)

  • Llegaron éstos a Carmelo, a casa de ella, y le dijeron: «David nos envía para proponerte que seas su esposa.» (1 Samuel 25, 40)


“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina