Fondare 95 Risultati per: Baal-Janán

  • los de Janán, los de Guddel, los de Gajar, (Nehemías 7, 49)

  • Pelatías, Janán, Hananías, (Nehemías 10, 23)

  • Ajías, Janán, Anán, (Nehemías 10, 27)

  • Encargué de la administración de los almacenes al sacerdote Selemías, al maestro de la Ley Sadoc, al levita Pedaías, y como ayudante a Janán, hijo de Zacur. Los nombré a ellos porque eran considerados como personas responsables. Su trabajo consistía en distribuir los alimentos a sus hermanos. (Nehemías 13, 13)

  • Se sometieron a Baal-Peor, comieron de los sacrificios a los muertos; (Salmos 106, 28)

  • Salomón tenía una viña en Baal-Amón, la confió a unos cuidadores, y cada uno le traía mil siclos de plata por sus frutos. (Cantar 8, 11)

  • Los sacerdotes ya no se preguntan: ¿Dónde está Yavé? ¡Los dueños de mi enseñanza no me conocen! Los pastores de mi pueblo se rebelaron contra mí, y los profetas consultaron a dioses inútiles, dando respuestas en nombre de Baal. (Jeremías 2, 8)

  • ¡Porque tan numerosos como tus ciudades son tus dioses, Judá! E igual al número de las calles de Jerusalén es la cantidad de altares que ustedes han levantado para ofrecer incienso a Baal. (Jeremías 11, 13)

  • Y Yavé de los cielos, que te había plantado, te ha condenado a la desgracia, a causa del mal que se hizo a sí misma la gente de Israel y la de Judá por haber quemado incienso a Baal, haciendo que me enojara por esto. (Jeremías 11, 17)

  • Y si aprenden con cuidado los preceptos de mi pueblo, de tal modo que lleguen a jurar en nombre mío: «Por vida de Yavé», así como enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, entonces serán establecidos en medio de mi pueblo. (Jeremías 12, 16)

  • y han construido santuarios altos a Baal para quemar a sus hijos; siendo que yo jamás lo había prescrito u ordenado, ni se me había pasado por la mente. (Jeremías 19, 5)

  • No he encontrado más que estupidez en los profetas de Samaria: profetizaron en nombre de Baal y extraviaron a mi pueblo Israel. (Jeremías 23, 13)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina