Fondare 95 Risultati per: Baal-Janán

  • Jesebón y todos sus pueblos que están sobre la meseta: Dibón, Bamot-Baal y la ciudad de Baalmon, (Josué 13, 17)

  • Desde aquí la frontera tuerce y vuelve en dirección del suroeste, desde el cerro frente a Bet-Horón hasta Cariat-Baal, llamada también Cariatiarim, ciudad de los hijos de Judá. Este era el lado occidental. (Josué 18, 14)

  • ¿Les parece poco el pecado que se cometió en Baal Fogor, del que todavía no estamos purificados aún, cuando Israel tuvo que padecer un terrible castigo? (Josué 22, 17)

  • Al ver Yavé que lo abandonaban para servir a Baal y a Astarté, se enojó contra su pueblo, entregándolo en manos de saqueadores, que los dejaron en la miseria. (Jueces 2, 13)

  • Quedaron los cinco príncipes de los filisteos y todos los cananeos, los sidonios y los jeveos del monte Líbano, desde la montaña de Baal-Hermón hasta la entrada de Jamat. (Jueces 3, 3)

  • Aquella misma noche Yavé dijo a Gedeón: «Lleva contigo a diez servidores de tu padre y un toro de siete años. Derriba el altar de Baal que cuida tu padre y corta el tronco sagrado que está a su lado. (Jueces 6, 25)

  • Al día siguiente, toda la gente del pueblo vio el altar de Baal hecho pedazos y el tronco sagrado arrasado. Fuera de esto, vieron que un toro había sido sacrificado sobre el nuevo altar. (Jueces 6, 28)

  • y fueron a decir a Joás: «Entréganos a tu hijo y que muera por haber derribado el altar de Baal y cortado el tronco sagrado.» (Jueces 6, 30)

  • Pero Joás dijo a la gente sublevada: «¿Ustedes son los que van a defender a Baal y lo van a salvar? Si es Dios, que se defienda a sí mismo, ya que le destruyeron su altar.» (Jueces 6, 31)

  • Aquel día dieron a Gedeón el nombre de Jerubaal, o sea: Baal-se-defienda, pues decían: «Que Baal se defienda de él, porque le destruyó su altar.» (Jueces 6, 32)

  • Después de la muerte de Gedeón, los israelitas volvieron a prostituirse tras de los Baales y tomaron por Dios a Baal-Berit. (Jueces 8, 33)

  • «Es nuestro hermano.» Le dieron, pues, setenta monedas de plata del templo de Baal-Berit, con las que Abimelec contrató a hombres malvados y aventureros que marcharon con él. (Jueces 9, 4)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina