3. El olor del pez se esparció por la habitación y el demonio huyó al alto Egipto, adonde fue Rafael y lo ató, dejándolo inmóvil.





“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina