3. El olor del pez se esparció por la habitación y el demonio huyó al alto Egipto, adonde fue Rafael y lo ató, dejándolo inmóvil.





“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina