Salmos, 11
2. Los asesinos tensan ya su arco, ajustan las flechas en la cuerda para clavarlas de noche en el corazón del hombre honesto.
2. Los asesinos tensan ya su arco, ajustan las flechas en la cuerda para clavarlas de noche en el corazón del hombre honesto.
“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina