Números, 34
27. por la tribu de los hijos de Aser, el jefe Ajihud, hijo de Salomí;
27. por la tribu de los hijos de Aser, el jefe Ajihud, hijo de Salomí;
Números 34 presenta la descripción de las fronteras de la tierra que Dios había prometido a Israel, y que debería dividirse entre las tribus de Israel. La descripción detallada se proporciona a través de los puntos de referencia, comenzando en el sur, pasando el este, norte y oeste. Aquí hay cinco versos relacionados con los temas de este capítulo:
Joshua 13:6: "Todos los habitantes de las colinas, desde el Líbano hasta la refotea malm, es decir, todos los sidonianos, los expulsaré de los israelitas. Solo distribuirá esto por las tribus de Israel como herencia, cómo ellos yo. ordenado ". Este versículo se refiere a la promesa de Dios de dar la tierra de Canaán a los hijos de Israel y la instrucción de dividir la tierra entre las tribus.
Joshua 13:33: "Sin embargo, para los levitas, no se ha dado herencia. El Señor, Dios de Israel, es su herencia, como se les prometió". Este versículo señala que los levitas, como los sacerdotes del Señor, no recibieron herencia territorial en la división de la tierra.
Joshua 14:1-2: "Estos son los territorios que los israelitas recibieron por lote en la tierra de Canaán, que el sacerdote Eleazar, Joshua, hijo de Num, y los líderes de las tribus de Israel se distribuyeron entre ellos. Draw, como El Señor había ordenado a Moisés a las nueve tribus y media ". Este versículo presenta la división de la tierra de Canaán entre las tribus de Israel, que fue hecha por lote, según las instrucciones del Señor.
Joshua 19:51: "Estas son las herencias que Eleazar, el sacerdote, Joshua, hijo de NUM, y los chims de los clanes de las tribus de Israel distribuidos por el Señor, ante el Señor, en la entrada de la tienda de la tienda de la tienda de Reuniendo. Terminaron dividir la tierra ". Este versículo describe cómo se completó la división de la tierra de Canaán en Silo en presencia del Señor.
Joshua 21:43: "Así, el Señor le dio a Israel toda la tierra que había prometido bajo juramento a sus antepasados, y la conquistaron y la tomaron". Este versículo destaca la fidelidad de Dios para cumplir su promesa de dar la tierra de Canaán a los hijos de Israel e la fidelidad de Israel para conquistarla y poseerla.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina
