2. Cuando amanezca y el sol haya salido, tomad vuestras armas, y que los más fuertes salgan de la ciudad con un jefe a la cabeza, como si quisieran bajar a la llanura contra las avanzadillas de los asirios, pero que no bajen.





“Pense em Jesus flagelado por amor a você, e ofereça com generosidade um sacrifício a Ele”. São Padre Pio de Pietrelcina