9. Después la frontera bajaba hacia el arroyo de Caná. Al sur del arroyo estaban las ciudades de Egreín; el territorio de Manasés estaba al norte del arroyo y terminaba en el mar.





“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina