12. Cuando contaron al rey David que el Señor había bendecido a Obededón y todas sus cosas a causa del arca de Dios, David fue y trasladó el arca de Dios de casa de Obededón a la ciudad de David con gran júbilo.





“Deve-se caminhar em nuvens cada vez que se termina uma confissão!” São Padre Pio de Pietrelcina