22. Ajimás, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: "Ocurra lo que ocurra, déjame que corra también yo tras el cusita". Joab le dijo: "¿Por qué quieres correr, hijo mío? No encontrarás recompensa alguna".





O maldito “eu” o mantém apegado à Terra e o impede de voar para Jesus. São Padre Pio de Pietrelcina