17. Yehoyadá selló un pacto entre el Señor, el rey y el pueblo, por el cual se comprometían a ser el pueblo del Señor.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina