17. Como en la asamblea había muchos que no se habían purificado, los levitas estaban encargados de inmolar las víctimas pascuales en lugar de todos estos que no tenían la pureza necesaria para realizar un acto sagrado en honor del Señor.





“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina