9. Aquel día Amán salió satisfecho y gozoso, pero cuando vio a Mardoqueo sentado delante de la puerta real y que ni siquiera se había levantado ni movido en su presencia, se enfureció contra él.





“Desapegue-se daquilo que não é de Deus e não leva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina