22. Cuando el rico tropieza, hay muchos para recibirlo en brazos; dice despropósitos, y le dan la razón. Cuando el pobre tropieza, se le carga de insultos; y si habla con sensatez, no hay sitio para él.





“Padre, eu não acredito no inferno – falou um penitente. Padre Pio disse: Acreditará quando for para lá?” São Padre Pio de Pietrelcina