Cantar, 4
1. ¡Qué hermosa eres, amor mío, qué hermosa eres! Tus ojos, de paloma, a través de tu velo. Tu melena, cual rebaño de cabras ondulante por las pendientes de Galaad.
1. ¡Qué hermosa eres, amor mío, qué hermosa eres! Tus ojos, de paloma, a través de tu velo. Tu melena, cual rebaño de cabras ondulante por las pendientes de Galaad.
“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina