Salmos, 62
13. tuyo, Señor, el amor; y: Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras.
13. tuyo, Señor, el amor; y: Que tú al hombre pagas con arreglo a sus obras.
El Salmo 62 es un himno de confianza en Dios en medio de la adversidad. En él, el salmista declara que su salvación proviene solo del Señor y que él es su roca, fortaleza y refugio seguro. El salmo también exalta la fiabilidad de Dios y alienta a las personas a confiar en él en todas las situaciones. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en el Salmo 62:
Salmo 18:2: "El Señor es mi roca, mi fortaleza y mi liberador; mi Dios es mi roca, en quien me refugio. Él es mi escudo y el poder que me salva, mi torre". Este versículo destaca la fiabilidad de Dios como roca, fortaleza y refugio seguro, al igual que el salmista declara en el Salmo 62.
Salmo 27:1: "El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién me temo? ¿Es el Señor mi fuerte refugio; a quién me temeré?" Este verso enfatiza la confianza en Dios en medio de las adversidades, así como el salmista declara en el Salmo 62.
Salmo 37:5: "Entregue su camino hacia el Señor; confíe en él, y él actuará". Este versículo fomenta la confianza total en Dios y su fidelidad, al igual que el salmista declara en el Salmo 62.
Salmo 46:1: "Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza, ayuda siempre presente en la adversidad". Este versículo destaca la protección y la seguridad que se encuentran en Dios en todas las situaciones, al igual que el salmista declara en el Salmo 62.
Salmo 118:8: "Es mejor buscar refugio en el Señor que confiar en los hombres". Este versículo enfatiza la superioridad de la confianza en Dios sobre la confianza en cualquier ser humano, así como el salmista declara en el Salmo 62.
“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina
