Talált 78 Eredmények: alabanza

  • Si se ofrece en alabanza, se ofrecerán, juntamente con el sacrificio de alabanza, panes ázimos amasados con aceite, tortas ázimas untadas de aceite y tortas de flor de harina amasadas con aceite. (Levítico 7, 12)

  • Se añadirá esta ofrenda a las tortas de pan fermentado y al sacrificio de comunión en alabanza. (Levítico 7, 13)

  • La carne del sacrificio de comunión en alabanza se comerá el mismo día de su ofrecimiento, sin dejar nada de ella para la mañana siguiente. (Levítico 7, 15)

  • Al cuarto año todos su frutos serán consagrados en fiesta de alabanza en honor de Yahveh. (Levítico 19, 24)

  • Al sacrificar a Yahveh un sacrificio de alabanza, lo haréis de tal modo que os sea aceptado. (Levítico 22, 29)

  • El será objeto de tu alabanza y él tu Dios, que ha hecho por ti esas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto. (Deuteronomio 10, 21)

  • Dijo entonces Josué a Akán: «Hijo mío, da gloria a Yahveh, Dios de Israel y tribútale alabanza; declárame lo que has hecho, no me lo ocultes». (Josué 7, 19)

  • Invoco a Yahveh que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis enemigos. (II Samuel 22, 4)

  • Que es grande Yahveh y muy digno de alabanza, más temible que todos los dioses. (I Crónicas 16, 25)

  • Y decid: «¡Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación! Reúnenos y líbranos de las naciones, para dar gracias a tu Nombre santo y gloriarnos en tu alabanza.» (I Crónicas 16, 35)

  • miró, y vio al rey en pie junto a la columna, a la entrada, y a los jefes y las trompetas junto al rey, a todo el pueblo de la tierra, lleno de alegría, que tocaba las trompetas, y a los cantores que, con instrumentos de música, dirigían los cánticos de alabanza. Entonces Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición, traición!» (II Crónicas 23, 13)

  • Después tomó Ezequías la palabra y dijo: «Ahora estáis enteramente consagrados a Yahveh; acercaos y ofreced víctimas y sacrificios de alabanza en la Casa de Yahveh.» Y la asamblea trajo sacrificios en acción de gracias, y los de corazón generoso, también holocaustos. (II Crónicas 29, 31)


“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina