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Eclesiástico, 34

16. Los ojos del Señor sobre quienes le aman, poderosa protección, probado apoyo, abrigo contra el viento abrasador, abrigo contra el ardor del mediodía, guardia contra tropiezos, auxilio contra caídas,

Kapcsolódó versek Eclesiástico, 34:

El Capítulo 34 eclesiástico se ocupa de la importancia de no poner confianza en las falsas deidades, la práctica de la virtud y la justicia, y para evitar orgullo y arrogancia. Los siguientes son cinco versos relacionados con estos temas:

Proverbios 3:5-6: "Confía en el Señor de todo tu corazón y no te apoyes en tu propia comprensión; reconoce al Señor en todos tus caminos, y él enderezará tus caminos". Este versículo destaca la importancia de confiar en Dios en lugar de seguir nuestros propios deseos e intereses.

Salmo 33:4-5: "Porque la Palabra del Señor es recta y todas sus obras son fieles. Él ama la justicia y el derecho; la tierra está llena de la bondad del Señor". Este versículo enfatiza la importancia de la justicia y la justicia, que son temas abordados en Eclesiástico 34.

Proverbios 16:18: "El orgullo precede a la ruina, y la arrogancia precede a la caída". Este versículo advierte contra el peligro del orgullo y la arrogancia, que se discute en Eclesiástico 34.

1 Pedro 3:10: "Para cualquiera que quiera amar la vida y ver buenos días, reflejar la lengua del mal y evitar que tus labios diga engañoso". Este versículo destaca la importancia de la virtud y el discurso honestos, que son temas importantes en Eclesiástico 34.

Salmo 40:4: "Bendito es el hombre que hace al Señor su confianza y que no recurre al excelente, ni a los que se desvían de la mentira". Este versículo destaca la importancia de confiar en Dios en lugar de involucrarse con personas orgullosas y mentirosas, que es un tema en Eclesiástico 34.





Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina