1. Salmo. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria.

2. El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones:

3. se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios.

4. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos.

5. Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales;

6. con clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey.

7. Resuene el mar y todo lo que hay en él, el mundo y todos sus habitantes;

8. aplaudan las corrientes del océano, griten de gozo las montañas al unísono.

9. Griten de gozo delante del Señor, porque él viene a gobernar la tierra: él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud.





“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina