Talált 304 Eredmények: mujeres

  • Porque, en la resurrección, ni los hombres ni las mujeres se casarán, sino que serán como ángeles en los cielos. (Marcos 12, 25)

  • Había también unas mujeres mirando desde lejos. Entre ellas María Magdalena, María la madre de Santiago el menor y de José, y Salomé, (Marcos 15, 40)

  • Y dijo alzando la voz: "¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! (Lucas 1, 42)

  • y algunas mujeres que había curado de espíritus malignos y enfermedades; María Magdalena, de la que había echado siete demonios; (Lucas 8, 2)

  • ¡Ahora llega ese hijo tuyo, que se ha gastado toda su fortuna con malas mujeres, y tú le matas el ternero cebado! (Lucas 15, 30)

  • Estarán dos mujeres moliendo juntas, a una se la llevarán y a otra la dejarán". (Lucas 17, 35)

  • pero los que han sido dignos de tener parte en el otro mundo y en la resurrección de los muertos, hombres y mujeres, no se casarán. (Lucas 20, 35)

  • Lo seguía mucha gente del pueblo y mujeres, que se daban golpes de pecho y se lamentaban por él. (Lucas 23, 27)

  • Todos los conocidos de Jesús estaban a distancia, igual que las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, presenciando todo esto. (Lucas 23, 49)

  • Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea lo siguieron de cerca y vieron el sepulcro y cómo fue colocado su cuerpo. (Lucas 23, 55)

  • Por cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han dejado asombrados: fueron muy temprano al sepulcro, (Lucas 24, 22)

  • Algunos de los nuestros fueron al sepulcro y lo encontraron todo como las mujeres han dicho, pero a él no lo vieron". (Lucas 24, 24)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina