Talált 172 Eredmények: lista de ofrendas
En aquel tiempo se nombraron intendentes de los almacenes destinados a guardar las provisiones, las ofrendas, las primicias y los diezmos, para que recogiesen de ellas, del territorio de las diversas ciudades, las porciones legales correspondientes a los sacerdotes y levitas, pues los de Judá estaban contentos con los sacerdotes y levitas en funciones. (Nehemías 12, 44)
había puesto a disposición de éste un local grande en el que antes se depositaban las ofrendas, el incienso, los utensilios, los diezmos del grano, del vino y del aceite, es decir, lo que les correspondía a los levitas, a los cantores y a los porteros y la porción debida a los sacerdotes. (Nehemías 13, 5)
luego mandé purificar el local e hice reintegrar allí los utensilios del templo de Dios, las ofrendas y el incienso. (Nehemías 13, 9)
El sumo sacerdote Joaquín, los sacerdotes del servicio y los levitas, ceñidos sus cuerpos con cilicio, ofrecían el sacrificio perpetuo, las ofrendas y los dones voluntarios del pueblo. (Judit 4, 14)
Eres muy hermosa y muy lista. Si haces lo que has dicho, tu Dios será mi Dios, vivirás en el palacio de Nabucodonosor y alcanzarás renombre en toda la tierra". (Judit 11, 23)
Cuando llegaron a Jerusalén, adoraron a Dios, se purificaron y ofrecieron holocaustos, dones y ofrendas voluntarias. (Judit 16, 18)
que se acuerde de todas tus ofrendas y tus holocaustos acepte con agrado; (Salmos 20, 4)
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, no pides holocaustos ni sacrificios por el pecado; en cambio, me has abierto el oído, (Salmos 40, 7)
Tú no quieres ofrendas ni holocaustos; si te los ofreciera, no los aceptarías. (Salmos 51, 18)
Entonces aceptarás los sacrificios justos -holocaustos y ofrendas perfectas-, entonces se ofrecerán novillos en tu altar. (Salmos 51, 21)
Haced promesas al Señor, vuestro Dios, y cumplidlas; que los pueblos de alrededor traigan ofrendas al terrible; (Salmos 76, 12)
El temor del Señor es el principio de la sabiduría, los que la practican son gente lista: su alabanza permanece eternamente. (Salmos 111, 10)