Talált 200 Eredmények: grandes

  • Grandes y pequeños morirán en este país sin ser sepultados ni llorados; por ellos no se harán cortes en el cuerpo ni se raparán el cabello. (Jeremías 16, 6)

  • del que dice: Voy a construirme un gran palacio con grandes salones, y abre sus ventanas, lo artesona de cedro y lo pinta de rojo! (Jeremías 22, 14)

  • Los profetas que nos han precedido a ti y a mí ya desde antiguo predijeron a muchos países y a grandes reinos guerra, hambre y peste. (Jeremías 28, 8)

  • Llámame y te responderé, te comunicaré cosas grandes y ocultas, que tú desconoces. (Jeremías 33, 3)

  • En el mes séptimo, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisamá, que era de estirpe real y uno de los grandes del rey, vino con diez hombres a visitar a Godolías, hijo de Ajicán, en Mispá, y mientras estaba comiendo con él, (Jeremías 41, 1)

  • Entonces todos los oficiales, con Juan, hijo de Carej, y Azarías, hijo de Hosayas, y todo el resto del pueblo, grandes y pequeños, (Jeremías 42, 1)

  • "Toma unas piedras grandes y, en presencia de los judíos, escóndelas en la argamasa de la obra de ladrillo que hay a la entrada del palacio del Faraón, en Tafnis, (Jeremías 43, 9)

  • Pues ved que yo suscito y lanzo contra Babilonia una coalición de grandes pueblos, que llegan del norte. Caerán sobre ella, y por allí será conquistada. Sus flechas, como de expertos guerreros, no caerán en el vacío. (Jeremías 50, 9)

  • Es que el Señor devasta a Babilonia y pone fin a su gran ruido por más que sus olas rujan como las grandes aguas y resuene el estruendo de su voz. (Jeremías 51, 55)

  • Les dirás: Esto dice el Señor: El águila grande, de las grandes alas, de enormes plumas, de espeso plumaje abigarrado, vino al Líbano y cortó la copa de un cedro; (Ezequiel 17, 3)

  • No le apoyará el Faraón en la guerra con grandes fuerzas ni muchos hombres cuando se levanten terraplenes y se construyan baluartes de asedio para exterminar a muchas personas. (Ezequiel 17, 17)

  • con cinto en las caderas, amplios turbantes en sus cabezas, con aspecto de grandes señores todos ellos; eran retratos de babilonios, cuyo país de origen es Caldea. (Ezequiel 23, 15)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina