Talált 455 Eredmények: amor al prójimo

  • Esto dice el Señor: Yo haré surgir el mal de tu propia casa; tomaré ante tus propios ojos a tus mujeres y se las daré a tu prójimo, que se acostará con tus mujeres a plena luz del sol. (II Samuel 12, 11)

  • Después la aborreció con un odio extremo; de modo que el odio con el que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado, y le dijo: "¡Levántate! ¡Márchate!". (II Samuel 13, 15)

  • Cuando alguno peque contra su prójimo y le obliguen a jurar ante tu altar en este templo, (I Reyes 8, 31)

  • ¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que se ha complacido en ti, poniéndote sobre el trono de Israel! En su amor eterno a Israel te ha constituido rey, para administrar el derecho y la justicia". (I Reyes 10, 9)

  • Entonces David comprendió que el Señor confirmaba su realeza sobre Israel y que ensalzaba su reino por amor de su pueblo, Israel. (I Crónicas 14, 2)

  • Dad gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor. (I Crónicas 16, 34)

  • Con ellos estaba Hemán, Yedutún y los demás, que habían sido elegidos nominalmente para cantar al Señor: "Porque es eterno su amor". (I Crónicas 16, 41)

  • Por amor a tu siervo, y según tu corazón, has hecho todas estas maravillas y las has dado a conocer. (I Crónicas 17, 19)

  • Además, todo el oro y plata de mi propiedad personal lo doy por amor del templo de mi Dios; (I Crónicas 29, 3)

  • Todos, como un solo hombre, trompeteros y cantores, alababan y daban gracias al Señor. Y al son de las trompetas, címbalos y demás instrumentos musicales alababan al Señor: "Porque es bueno, porque es eterno su amor". Una nube llenó el templo del Señor, (II Crónicas 5, 13)

  • Cuando alguno peque contra su prójimo y le obliguen a jurar ante tu altar en este templo, (II Crónicas 6, 22)

  • Todos los israelitas, al ver descender el fuego y reposar sobre el templo la gloria del Señor, cayeron rostro a tierra sobre el pavimento, mientras adoraban y alababan al Señor repitiendo: "Porque es bueno, porque es eterno su amor". (II Crónicas 7, 3)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina